lunes, 11 de agosto de 2008

Las citas con mi psiquiatra y los cuentos que no le cuento

Hace como tres años me vi obligado a tener mi primera cita con este tipo de galenos tan suigeneris. Mi primera cita fue muy afortunada, pensé que tenía algun trastorno de sueño por que me quedaba dormido hasta en la calle, y muy accidentalmente pude resolver otro tipo de trastornos que realmente eran muy cronicos.
Pero el cuento que realmente vale la pena es sobre lo que yo esperaba: me imaginaba postrado en un diván, viendo al cielo, y a la psiquiatra (que en ese entonces fui con una mujer) tomando notas. Pensaba que iba a contar mis sueños, y que me los iba a interpretar, así que ya tenía preparada todas las historias maravillosas. Hay que aclarar que yo soy un fanático de los sueños, me encanta dormir por que aumenta mi repertorio de sueños. En esa época dormía tanto que sufria lo que se llama terrores nocturnos. Yo estaba rete contento por que iba a platicar mis sueños... La realidad fué otra.

Mi nuevo medico de "cabecera" es director del Hospital psiquiatrico de mi ciudad. El pobre medico está peor que yo (bien loco). Cada consulta es una historia. Adoro ver a mis compañeros de la sala de espera, hay unos que están platicando con la ventana, mientras otros saludan de mano a todos nosotros. Creo que todos los loquitos de mi ciudad ahi tenemos nuestras reuniones mensuales, y nos vemos mensualmente para sentirnos protegidos. Al principio me sentaba en una esquina y dejaba pasar el tiempo resolviendo unos problemas de calculo tensorial que tenia atorados en mi cabeza (aparentando que yo solo estaba por ahi por puro accidente), solo que cuando me dijo la secretaria: "pase el doctor lo espera", en las apuraciones me levante y tiré todas mis hojas donde habia llenado todo de ecuaciones y garabatos que casi no se podian descifrar. Mis compañeros diligentemente me ayudaban a levantar todas las hojas tiradas por el suelo, y mi doctor me veia con un aire de satisfaccion (como diciendo: mira que mal de la cabeza estas!). No me dijo nada, y al entrar me pidio amablemente: puedo ver tus notas?... Yo estaba aterrado, pensaba que me iba a encerrar despues de que leyera mis garabatos, pero bueno, no tuve remedio, y se las enseñé. Afortunadamente me dijo, es que mi hermano es físico y estoy acostumbrado a ver este tipo de notas (upps.. que alivio, estaba a punto de pensar que me iban a dejar adentro del manicomio).
Mi doctor todo el tiempo pensaba que mis problemas psiquiatricos venian como parte del periodo de infertilidad que estabamos pasando, por que era lo unico que platicabamos.
Ahora ya estoy acostumbrado a mis sesiones, pero me quedé con las ganas de platicar de mis sueños, y eso nunca sucedió.

4 comentarios:

Xochitl dijo...

Bueeno para eso es el blog tambien, para contar tus sueños. A que lo intentas??? aunque uno de tus sueños ya se cual es: ALessia.
Un abrazo

Anónimo dijo...

A no, no, no,...usted paga, usted exige...QUE SE HABLE DE SUEÑOS NOMÁS!!!

Y que tome notas tranquilo el loquito ese!!!!

Paola Florio dijo...

Yo quiero que cuentes tus sueños!!!
Yo soy igual, amo los sueños y por suerte todas las mañanas me acuerdo por lo menos de uno que soñé durante la noche, aunque ultimamente sean un poquito tristes. Son etapas! Un beso grande y espero encontrarme con alguno de ellos la próxima vez que pase...

beetle dijo...

Roberto: no sabia que tenia una tarea por aqui, intentare cumplirla pronto......